Es una sustancia de relleno, me gusta usarla como tratamiento complementario de rejuvenecimiento. A diferencia de la toxina que actúa sobre la placa motora muscular; el ácido hialurónico repone el volumen y la proyección que pierde nuestro rostro con el paso del tiempo.
Me gusta mucho hacer tratamiento de ojeras (hueco debajo de los párpados inferiores) y para disimular el prolapso leve de las bolsas grasas (en caso de prolapso severo prefiero técnicas quirúrgicas).
Otro uso que me encanta es la hidratación de la piel, logrando luminosidad en nuestro rostro y adicional hidratar arrugas muy finas que no mejoraron con la toxina.
Es importante saber que el uso de este medicamento aún en manos expertas tiene riesgos y posibles complicaciones tales como necrosis de la piel, formación de granulomas y en algunos casos ceguera permanente. Así que es muy importante conocer los riesgos y beneficios, además hacer este tipo de procedimientos por profesionales calificados que puedan resolver las complicaciones en caso de presentarse.